Cada que regreso a los archivos viejos de mi laptop encuentro esos pedacitos de recuerdo que había omitido por ahí... Los archivos nuevos solo se acumulan en nuevas carpetas, a veces se pierden.
Pero los archivos viejos siguen ahí, en las viejas ubicaciones, son como mi recámara la cual hasta hace poco acomodé.
Hay recuerdos perennes, de esos que uno no quiere remover. Somos como cebollitas, y vamos por núcleos distintos; los primeros son mas móviles, los del centro son los que más lágrimas traen.
Y aún hay unos, de esos que tienen que ver sólo conmigo. Que me encantan, pero me es difícil remover...
Tristes memorias... me perderé en mis fantasías.
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