miércoles, 6 de abril de 2011

Cuestión de identidad.

De los cuestionamientos políticos, psíquicos, estructurales de mi eje central, de mi vida propia, de mi existencia cuestionable.

Cuestión de identidad, de identificarme o no, de reconocerme en un espejo, en una mirada de otro, pero no, no quiero, yo rompo con todo eso (-sí claro-).

Me constituyo en la fisura, soy esa corriente de viento que traspasa todo muro. La gota de agua que aún logra colarse y generar incertidumbre.

Yo que aún, con todas mis contradiccciones aún pienso en la humanidad.
Yo aún apelo por un mundo en paz, porque ya de por sí el hombre es carnicero... Las armas solo traen más dolor, las palabras son puntiagudas, son hirientes, objetos punzo cortantes.

¿Porqué esta pequeña aún conserva ese espíritu de niño? ¿Porqué aún siendo la mujer adulta que soy me aterra la violencia? ¿Porqué siento cuando en este mundo nadie parece sentir?

Es que no nos escuchamos?

No hay seres humanos perfectos, tampoco los hay viles. Me he sorprendido de cómo las personas más pacíficas son crueles con sus semejantes, y de cómo hasta el mas violento y sanguinario puede ser amado.

Me sorprende cómo ha habido gente maravillosa, increíble, que el resto del mundo sólo deja pasar.

Me alegra saber que no soy la única, que habremos más personas en este universo que sólo vivimos, si... algo así. Genuino amor.

Hoy pasaron 3 cosas... 3 shocks. No, también un recuerdo.

Escuché sobre la "mujer vampiro" esa mujer que anda por la vida con cuernos, con pelo de colores, perforaciones por todas partes, expansores... Y aunque no soy personalmente fan de todo aquello... me parece hermosa, en su muy única y particular manera.

Recordé a los 2 seres que han marcado mi vida... mi padre y mi añejo amor. El primero, una gran, gran dificultad, el segundo... el segundo es tanto lo más bello como lo más doloroso.

Y leer el fuego cruzado entre mis diferentes amigos. Vaya, cómo puedo estar en medio de gente tan diferente y quererlos igual a todos?

I'm such a sensitive and spoiled child.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando abandonamos nuestros ideales empezamos a envejecer. este no sera tu caso.

Anónimo dijo...

que curioso, nunca he visto ese libro como un veneno y eso es un peligro, no percibir una amenaza como tal.

Luis Ortiz dijo...

El que se lleva se aguanta, y el que propone o invita se arriesga de ver y sentir la violencia.