domingo, 12 de junio de 2011

Untitled I

Abramos la caja una vez más:

Pensé que la letra correspondía al recuerdo de otro, que no me pertenecía y que con el paso de los años recordar la mercancía que nos pertenecía sería recordar lo que me falta.

Será un cambio de enfoque, pero ahora que ocurren los cambios y que quizá (sólo quizá) me ubico una vez más, lejos del punto 0; ahora observo los viejos recuerdos y ya no encuentro otro rostro en ellos que no sea el mío.

Es decir, la letra volvió a ser MI letra, y en principio siempre lo fue.

Vemos en el rostro de los otros, creyendo falsamente que encontraremos algo más allá de simples espejos, porque eso son los otros. Espejos.

Los recuerdos son míos, me pertenecen y eso hace tiempo los hacía ver distinto, hoy parecen una grata compañía.

Será que me he acostumbrado a mis demonios.







Y lo demás sigue siendo absurdo

No hay comentarios: