domingo, 29 de enero de 2012

En cadenas.

Domingo 11:49 de la mañana. Sin desayunar, sin asear, sin siquiera cambiar la ropa.
Inician los aplausos así como inicia la tonada, iniciamos adentrándonos por la vereda hacia el bosque.


Me transformé en el ser indeseado, el coleccionista. Un rostro el martes, otro el jueves, aquí vemos al del miércoles y viernes, este es el de los fines de semana.

Todo tan aleatoriamente vacío.

Salir a solas, salir a disfrutar de la nada, anhelo la libertad interna ahora que tengo todas las demás libertades. La sombra de mi deseo empequeñece en el horizonte.

Ahora aprendí nuevos trucos, o precisando, aprehendí nuevos trucos... a engañar, a ocultar, a mentir, a coleccionar y es que así no era yo.

¿O sí?

La gran pregunta existencial, ¿Quién soy?

A cada hombre le he entregado mi capacidad de imaginar, soñar, crear, reír, amar, ahora he quedado vacía, como nota muerta.

A cada uno de ellos le compartí el universo más perfecto y no hablo metafóricamente de un cuerpo (vil carne con huesos) sino de la existencia misma que me representa, de los caminos que traza mi imaginación y mi intelecto, mis recuerdos, los espacios, los rincones donde me escondo ahora no son sino espacios públicos. ¿De qué se trata esto? ¿Acaso una protesta? Pero en contra de ¿Quién?, ese ente que me causa tanta rabia que me regodeo en desenmascarar. ¿O Mi mejor manera de mantener algo oculto es mostrándolo?

Perdí esa capacidad de ser yo.

  1. Por que es el UNO, el inicio, el principio y el fin. Gracias.
  2. La pureza de una ilusión. Te quiero.
  3. La nada.
  4. Analogías, me agradas.
  5. ?
  6. Tus ojos.
¿Cuándo parará esta masacre? Que a quien destruye es sólo a mi.

2 comentarios:

Cyntyz dijo...

En el momento que te decidiste dejarlos.

♥ please.

Luis Ortiz dijo...

Vos te convertiste en Tómas, ya no te sientes como Teresa...

Te engolosinaste con los hombres. Pero, no son dulces ni comida. Mucho menos incontables tazas de café.

Adieu.