miércoles, 9 de mayo de 2012

De los cambios





Sí, tengo un nuevo trabajo. Sí, es muy importante y es algo que anhelaba. Sí, estoy conociendo hombres inteligentes y guapos. Sí, me va mejor.

Pero me sentiría francamente feliz por las noches si al menos el fantasma apareciera por ahí. Si no me acostara en la cama pensando a solas: ¿Y ahora quién?

Seguramente mi emotividad es 80% hormonal, pero bueno, ¿y qué hay de ese incómodo 20? Ese 20 que me hace llorar escuchando Trouble.

Todo está marchando bien, muy bien. Y quizá exceptuando esa silla vacía en el podio que llevo en el corazón todo va excelente. Tal vez por eso me quejo de eso, para poder quejarme. Naturaleza humana dicen.

Pero enserio, la última vez que conversamos fue extraño, por unos momentos sentí una enorme confianza, por otros  sentí que me despedía, y ahora no lo sé. Solo vislumbro repeticiones y dolor, pero cada mañana mi pizarra amanece borrada... al despertar ya no recuerdo nada de esto y se va diluyendo la necesidad hasta que anochece y antes de dormir de nuevo pienso todo esto... buena cosa que al menos ya no veo ese fantasma mientras sueño; pero ahora ni en sueño ni  en vigilia siento su suave compañía.

Ni qué decir de los besos.





No hay comentarios: