domingo, 13 de marzo de 2011

New Dress.

I'm the new princess Di wearing a new dress.


Nunca me lo permito, hoy lo hare. No, quiza es demasiado pronto... en fin, asi son mis idas y vueltas cuando se trata de actuar.

Tengo una cortada pequeña en un dedo por el papel del servicio social, ademas multiples moretones por andar jugando entre las piedras a escalar.

Conectarme con mis raices ahora no parece la mejor idea... pero aprovechare el tiempo para un breve registro anecdotico carente de acentos.


Inicia el dia con la fiesta de Claudia, prosigue con los bailoteos, bebidas y desvelos... cafe, chicles y camiones, para irme completamente en vivo al aeropuerto, solo para enterarme que "El vuelo con destino a Q.. ha sufrido un ligero contratiempo favor de esperar en la sala de abordaje", hora y media despues ya despego de la ciudad y veo como amanece lentamente...

Repito, las conecciones con mi ciudad, ahora resultan incomodas... soy un ser volatil porque incluso aqui, a kilometros de distancia no me gusta enraizarme...


Pues bien, amanece, aterrizo, y otros contratiempos con la resevacion hotelera, entre otras cosas... me duermo... 1 o 2 horas, me baño, visto y salgo a caminar por toda la costa, y me toca ver curiosamente a un chico haciendo movimientos de tai chi en la playa, con una guitarra, libretas y sus tenis... demasiada coincidencia, pero solo fue una coincidencia.

Camino mas y veo las esculturas de arena, otras de piedra, me voy a una especie de montaña o colina empedrada, y la escalo con mis botas, mis inseparables botas, regreso MUY cansada y vuelvo al hotel, otra hora de sueño y ahora como mi primer comida en cerca de 18 horas. Un par de sandwiches y cafe jajajaja..

regreso al hotel, veo south park... me voy de nuevo y camino en el malecon, compre un nuevo vestido que tambien parece sera mi nuevo inseparable, salgo y me di mi deleite, 1 tostada de ceviche y camaron, y 1 brocheta de camarones con cangrejo asados.

Regreso al hotel, y ahora me dispongo a escribir, recordar, desmenusar ciertos pensamientos y entregarme al abrazo que me proporciona el sonido del mar.

1 comentario:

The Last Man dijo...

Botas en el mar... touché...

Te diría muchas cosas respecto a tu calzado... pero eso lo dejo mejor en el tintero, lo que vale la pena es el resplandor de tu felicidad a costa de que no enraizas tus pensamientos en la noctambulidad de tu universo.

Saludos.

H.